Consulta a los doctores: «Cuando un enfermo es diagnosticado de Alzheimer, ¿vale la pena que tome medicación?»

27 Feb

Hoy nos escribe Santiago:

«Cuando un enfermo es diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer, ¿vale la pena que tome medicación? Y si es así, ¿cuánto tiempo se puede retrasar la evolución de la enfermedad?»

Respuesta del doctor Secundino López-Pousa:

«Entiendo que su pregunta se refiere a la medicación autorizada para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, ya que a menudo las personas que padecen esta enfermedad toman diferentes medicaciones relacionadas con otros problemas de salud, como la hipertensión, la diabetes, el hipotiroidismo, las dislipidemias, la insuficiencia cardíaca… y que no deben ser modificadas salvo indicación de su médico de familia.

En lo que se refiere a las medicaciones autorizadas para tratar fundamentalmente las funciones cognitivas (memoria, atención, lenguaje) y que suelen tomar aproximadamente la mitad de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, existen dos tipos de medicamentos autorizados: los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donepezilo, galantamina, rivastigmina) y los antagonistas del receptor N-metil-D-aspartato (memantina). Estos medicamentos se vigilan de un modo especial, ya que fuera de las dosis prescritas pueden causar efectos adversos para la salud (sobre el corazón: síncopes; sobre el aparato digestivo: nauseas, vómitos y diarrea; sobre el pulmón: sensación de ahogo; sobre los músculos: calambres). De ahí que antes de prescribirlos, los médicos les concedan gran importancia y valoren muy detenidamente el beneficio y los riesgos en cada persona. Aunque son útiles para retrasar el deterioro cognitivo, su efecto es modesto y su eficacia no suele observarse claramente en la actividad del día a día; de ahí que las familias muchas veces comenten pasado un tiempo “está igual” o “no ha mejorado”.

El beneficio, por tanto, no está en que se observe una mejoría, sino en que se mantenga el estado general en el que se encuentra y durante el mayor tiempo posible. Si fuese así, su médico posiblemente lo valoraría como una buena respuesta a la medicación que solo se observará aproximadamente en la mitad de los pacientes. Más de un treinta por ciento de las personas no se beneficiarán de estas medicaciones, ya que, sin que se conozcan las razones del porqué, en muchas personas no muestran ningún tipo de beneficio clínico.

Los inhibidores de la acetilcolinesterasa o anticolinesterásicos están indicados en las fases iniciales de la enfermedad, que es cuando se observan mejores respuestas. La memantina, por el contrario, está más indicada cuando la enfermedad está en fases moderadas o moderadamente avanzadas.

De todos modos, las personas con enfermedad de Alzheimer también muestran, dentro de la misma enfermedad, otros síntomas como son la apatía, la ansiedad y los trastornos, por lo que frecuentemente toman antidepresivos (40%), antipsicóticos (13%) y estabilizadores del humor (3%).

En general se acepta que la asociación de los medicamentos comúnmente utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer mejoran ligeramente tanto los aspectos cognitivos como las actividades de la vida diaria, retrasando la evolución de la enfermedad, aunque este aspecto no está bien cuantificado.

De ahí que no pueda decirse el tiempo concreto en el que se debe de tomar estos fármacos, pero que podría suponer, en aquellas personas que son buenas respondedoras, de entre seis meses y dos/tres años (apreciación personal), aunque haya casos en los que algunos pacientes lo tomen a lo largo de toda la enfermedad.

Por otra parte, como hemos señalado, estas personas pueden presentar y presentan otros síntomas que hacen necesarios otro tipo de fármacos, y muchos pacientes realizan tratamientos combinados con medicación antidepresiva que se asocia a una reducción del deterioro de las actividades de la vida diaria.

En su caso, será usted y su médico de familia los que deben valorar el tiempo que se debe de tomar la medicación, en el caso de que su familiar logre beneficiarse y consiga estabilidad de los síntomas de la enfermedad.

Atentamente”,

Doctor Secundino López-Pousa

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