Los tratamientos actuales disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer muestran una capacidad limitada para modificar la evolución de la enfermedad. Hasta la fecha, el enfoque para la enfermedad de Alzheimer ha estado en la disminución de la acetilcolina, pero la enfermedad es multifactorial y compleja. Se acepta que las enfermedades multifactoriales requieren una acción terapéutica simultánea, dirigida a aquellos objetivos que puedan frenar o modificar la progresión de la enfermedad.
Actualmente, la investigación se orienta fundamentalmente hacia los inhibidores de la β-secretasa (MK-8931, e2609), a la combinación de 5-HT6 antagonista (idalopirdine) con donepezil, así como a la inhibición de los receptores de productos finales de glicación avanzada por azeliragon o a la modulación de la respuesta de la acetilcolina de α-7 receptores nicotínicos de acetilcolina por el encenicline.
Sin embargo, la gran esperanza está dirigida a las sustancias que actúan sobre el beta-amiloide, en forma de vacunas, mediante anticuerpos e inhibidores o moduladores de las secretasa, así como agentes dirigidos contra la proteína tau y compuestos que actúan como antagonistas de diferentes sistemas de neurotransmisores (serotoninérgicos 5-HT6 y histaminérgicos H3).
Los ensayos clínicos con anticuerpos Aß con sustancias como “aducanumab”, “solanezumab”, ”gantenerumab”, “crenezumab”, en el momento actual parecen ser los más prometedores, aunque ya se están analizando otras vías terapéuticas a través de vacunas dirigidas contra la otras dianas, en este caso las proteína tau (AADvac1 y ACI-35), actualmente ya en estudio.